Seguidores

domingo, 17 de noviembre de 2013

LA PLAZA DE COLOR GRIS

Por Alejandra Rube


 Vista a la Facultad de Medicina (Foto: RUBE)
Tránsito intenso, ruidos, grupos de estudiantes a toda hora, skaters volando entre sus paredes de cemento o partidos políticos haciendo propaganda. La Plaza Houssay, fue llamada así para homenajear al primer premio Nobel científico argentino quien tiene una estatua allí en su honor, y es concebida por vecinos y arquitectos  como una plaza seca y gris. 
 Cuenta con dos grandes espacios de cemento con bancos del mismo material en su perímetro, destinados al descanso y a la circulación de grandes volúmenes de personas, incluyendo a alumnos de las tres facultades públicas cercanas que recorren todos los días la zona, Medicina y las dos sedes de Ciencias Económicas, además del Hospital de Clínicas. 

Así, la plaza posee una serie de escalones y desniveles que permiten el acceso de vehículos por la calle Uriburu y la Avenida Córdoba, con la intención de evitar todo lo posible el estorbo al tránsito de ambas arterias, de gran movimiento cotidiano. 

Mates como souvenir y para usar (Foto:blog de artesanos)
La feria de artesanos no podía estar ausente, y si se transita por la avenida Córdoba se puede observar el paseo de aproximandamente veinte puestos que funcionan de lunes a viernes de 10 a 18 horas. 
Tejidos, sombreros, mates, macramé, cuero, regalaría y ropa para bebés se puede conseguir en la feria, que antes según Adolfo, coordinador y dueño de un puesto de bijouterie: “Hace siete años era más fea”. Contaba que se hicieron varias modificaciones en la plaza, como la colocación de dos fuentes y un poco más de árboles pero que todavía hay gente que va a dormir allí o por sus alrededores. “Lo último nuevo fue el sector de bicicletas”, dijo el artesano. Y es precisamente en la esquina de Córdoba y Uriburu, donde dos chicas, Brenda y Natalia, atienden una de las estaciones del programa Eco bici, impulsado por el gobierno porteño. “Esto es gratis, por lo tanto hacemos 200 préstamos diarios mayormente a estudiantes”, señala Brenda.
Antes de la plaza que conocemos actualmente, en esta manzana delimitada por Córdoba, Junín, Paraguay y Uriburu, en el barrio de Recoleta, se encontraba el viejo Hospital de Clínicas. En ese edificio, funcionó la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA) entre 1973 y 1975.

Houssay y la Capilla (Foto:RUBE)
 La plaza, que hoy tiene la herramienta del wi-fi,  fue inaugurada en el año 1980, sin pensar en crear un espacio verde sino simplemente en establecer en sus subsuelos un gran garage que hasta hoy es utilizado con frecuencia. 
Lo que se preserva es la capilla, hoy llamada parroquia San Lucas donde se realizan cada vez menos misas, por la inseguridad, según relataban dos fieles que salían del lugar. 
Hay que destacar que durante el día, la plaza es visitada por cientos de estudiantes de las facultades vecinas, oficinistas de paso y skaters, que aprovechan el cemento para hacer sus piruetas. Sebastián es uno de los adolescentes que asiste para andar en skate, y dice que: “Durante la semana somos unos cuantos, pero los fines de semana hay miles de chicos que vienen”. 

Egresados de Farmacia festejando el fin de ciclo (Foto: RUBE)
Es que de alguna manera la plaza simboliza ese espacio de recreación y libertad de expresión, porque todos los años es utilizada como escenario de fin de etapas universitarias, donde egresados le dan el sello final en el famoso “huevódromo”, o festejando con maratones pobladas de colores y al ritmo de cánticos festivos. 

Si se la recorre con atención, se puede ver que hay un sitio de homenaje de placas a docentes y estudiantes desaparecidos durante la última dictadura, que fue inaugurado en el 2007 junto a otras reformas como la iluminación.  

Generaciones de estudiantes pueden relatar muchísimas anécdotas vividas en este territorio que, además de poseer la feria artesanal o mal llamada “feria hippie”, cuenta con algo indispensable para la zona desde 1983: una feria de libros usados (de martes a domingos), que por supuesto, responden a las temáticas de las carreras que se cursan en sus alrededores.

Se trata de un espacio libre, abierto, fácil de llegar gracias a la conexión de la línea del subte D de la Facultad de Medicina y diversas líneas de colectivos, funcionando así como un lugar no sólo de paso sino de encuentros, horas de estudio, descanso y entretenimiento.
 Un lugar donde lo intelectual se hace presente, pero donde también se seguirán forjando relaciones, discusiones, debates y todo tipo de expresiones culturales que hacen  a la historia de una parte de la ciudad porteña. 







No hay comentarios.:

Publicar un comentario