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lunes, 18 de noviembre de 2013

CON ACENTO PORTEÑO

Por Patricia Costanzo 

  Es una calle museo y un lugar tradicional de gran valor cultural y turístico. Es muy diferente a otras ferias artesanales debido a sus colores, a los turistas  que la transitan, es populosa y pintoresca. Está estructurada en los viejos conventillos pintados con vívidos colores contrastantes en los que predominan el rojo, amarillo, verde, celeste, azules…  En este sector del barrio de La Boca, las antiguas viviendas de los inmigrantes italianos se transformaron en locales y talleres.  Habían llegado para trabajar en la zona portuaria y mas tarde trajeron o formaron  familias a fines de 1800. Una antigua vía y estación  estación ferroviaria, de la que no queda ni el nombre en algún cartel que la recuerde, la atraviesa fantasmal. Remite a un viejo tren que hace tiempo dejó de pasar (1928)  y  es una frontera difusa que divide el circuito. Ese terreno, que había quedado abandonado, fue recuperado por algunos vecinos entre los que se encontraba el pintor Benito Quinquela  Martín en 1950 y bautizado con el nombre de caminito en homenaje al tango canción compuesto por Juan de Dios Filiberto (música) y Gabino  Coria Peñaloza (letra) Este tango compuesto en 1926,  fue grabado inicialmente por Carlos Gardel, aunque logró su mayor éxito con la interpretación de Ignacio Corsini



Miles de turistas colman las calles emblemáticas del barrio de La Boca. Los atractivos elegidos son bailarines de tango y  artistas que exhiben sus obras en Caminito.  Quinquela Martín es el pintor más reconocido.(FOTO: Costanzo)
Gabino Coria Peñaloza, un puntano radicado en Chilecito, La Rioja escribió la letra del tango ‘‘Caminito’ ‘.Su letra en realidad remite a un camino rural de la localidad de Olta en La Rioja. Está considerado el tercer tango más famoso luego de “La cumparsita”  y  “choclo’’. (FOTO: Costanzo)


UNA FIESTA DE MATERIALES Y TEXTURAS;  ARTESANIAS Y ESCULTURAS CONVIVEN CON  TRES MITOS ARGENTINOS.

Cueros, piedras, vidrio pintado, metal; distintas técnicas para diferentes objetos que se exhiben en los puestos que serpentean por las pocas cuadras de La Boca donde cada tanto se destacan las figuras de Maradona, Evita y Gardel , que se asoman por los balcones, que están a la vuelta de la esquina o a la entrada de algún conventillo cuyos patios y habitaciones son locales de mas y mas artesanías para deleite y sorpresa de los turistas que no cesan de sacarse fotos y hacer comentarios risueños.
Los conventillos son  las casas típicas de los inmigrantes italianos que se instalaron en la zona de La Boca, son viviendas colectivas donde las familias comparten los patios, cocinas y baño.
 La vida en su interior no es muy buena. El material utilizado para la construcción fueron las chapas de zinc y maderas que se pintaban con las sobras de las pinturas de los talleres. Hoy se conserva la tradición de pintarlas con diferentes colores.




Las figuras de Maradona, Evita y Gardel parecen grotescas y endebles aunque artísticas. Conviven con los monumentos al bombero voluntario, murales de hombres trabajando en el puerto, cerca de la Casa Amarilla, Fundación Proa y el museo de Benito Quinquela  Martín que retrató la actividad en el puerto de Buenos Aires a principios del siglo pasado. (FOTO: Costanzo)

y allá casas de comida, cantinas donde las mesitas están en la vereda, a la entrada de los coloridos conventillos,  con escenarios  atravesados de banderitas de todos los países del mundo,  y bailarines, cantantes y músicos que  deleitan  a los comensales  con espectáculos de  canto y baile, ya sea tango o folklore. Dos referentes de nuestra cultura. (FOTO: Costanzo)

Los turistas fluyen todo el tiempo, bajan de las combis, chárter, taxis y colectivos. Se acercan por oleadas, boquiabiertos y sonrientes, mirando a todos lados, sacando innumerables fotos  con sus impresionantes cámaras. Se destacan los chinos y los europeos, aunque hay norteamericanos, latinoamericanos y argentinos también.  Vienen de todas partes. Es un paseo que no se puede perder el visitante que llega a Buenos Aires y quiere llevarse un recuerdo de esta ciudad (FOTO: Costanzo)


TANGO GAY


Me llama la atención  figuras de bailarines hechos con clavos y tornillos. Bailarines de tango, cámaras de cine con sus respectivos trípodes. Hay figuras oxidadas y otras que muestran todo el esplendor del acero. Algunos tienen un baño cobreado.
El artesano,  sentado y distendido al lado de su obra se ríe cuando le preguntó ‘por qué tango gay’, si la historia dice que al principio el tango se bailaba entre hombres, entre machos,  sin que eso significara que fueran gay’, le digo.
--‘Es para hacerlo más atractivo y vender. Parejas de hombres bailando el tango’ me contesta y sonríe pícaro: ‘Es para vender más, me compran más mujeres que hombres, ‘agrega.
  Escudado en sus anteojos negros, con aire despreocupado, el artista, me asegura que vive de sus artesanías, que previamente él tenía formación técnica  y que un buen día descubrió su veta artística, un poco por casualidad y se dedicó sólo a esto. Vive de sus creaciones. Algunas piezas van de 50 pesos para arriba. Algunas más de mil, según la cantidad de metal usado y la complejidad de la obra. 
  Sobre la seguridad, dice que no hay problema mientras uno se mantenga dentro del radio de la feria, pero saliendo del perímetro, si uno se aparta para sacar fotos a las grúas del puerto, corre el riesgo de ser asaltado.
No hay policías a la vista, pero deben estar. Hay demasiados turistas y mucho dinero. Una tentación para cualquier amigo de lo ajeno.
  Nuestro artesano entrevistado dice que no tiene página web porque está muy ocupado y no tiene tiempo, pero si tiene mail y contesta los correos electrónicos.











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