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domingo, 27 de octubre de 2013

DARLE VUELO A LA IMAGINACIÓN

Por Alejandra Rube


(A)-¿Qué es la artesanía para vos? 
(W)- (luego de pensarlo bien) Es darle un vuelo al producto que voy a vender. 
Esto decía Willy Manghi, uno de los artesanos que trabaja desde hace doce años en la feria de la plaza General Manuel Belgrano. Realiza pinturas en sus distintos tamaños en acrílico y algunos bocetos como por ejemplo una pareja bailando tango con fondo blanco. En general prima el color en todas sus obras, porque a lo lejos se lo puede ubicar fácilmente.

Centro del Parque General Manuel Belgrano (Foto: Rube)
Entre las avenidas Juramento y Cuba en el barrio de Barrancas de Belgrano, la feria ocupa casi todo el parque originando un buen paseo de compras y diversión. Grupos musicales dentro y fuera del parque son parte de este encuentro social. A su vez, alrededor hay muchos bares y negocios que captan la atención de algunos turistas y gente habitué del barrio. 
La feria es la segunda a nivel de  importancia en la Ciudad de Buenos Aires (luego de la de Recoleta) y se creó a mitad de los años setenta como un fenómeno alternativo, que crecía entre los jóvenes de la época. Con el objetivo de recuperar oficios, se pudieron inventar otros y así lograron una fusión de actividades creativas a través de la expresión del arte. 

En este paseo hoy, se puede disfrutar de aquellas ilusiones que siguen innatas, que siguen manifestándose a través de cada artesano, de cada artista, con sus materiales y técnicas tradicionales.  
Justamente lo que manifestaba Willy, en “darle vuelo al producto”, quiere decir en darle la forma que cada artesano cree que puede hacer para expresar y comunicar, dejando una impronta en el trabajo final. 
Willy Manghi es un hombre misterioso a simple vista, pero que tiene mucho para dar no sólo a través de las pinturas que son más bien para él  “decorativas” y “representativas”, sino que con tan sólo 80 años trabaja todos los días, porque dice: “No vivo de esto, no se puede en realidad”. Willy es mimo, sí, de esos que ya no se encuentran por estos días, aunque ya no ejerce, en su momento participó de varios festivales latinoamericanos y  ahora se dedica a enseñarle a otras personas que buscan esa actividad como complemento, como un escape, y hasta algunos van para buscar parejas. Es que muchos le preguntan qué hace durante la semana si es artesano, y Willy les dice que sigue trabajando durantes los otros cinco días en su rol de docente. 

Postales porteñas realizadas en pintura acrílica. Obra de Willy (Foto:Rube)
Chistoso, tímido pero solitario, quedó viudo hace unos cuantos años y sin hijos porque según su testimonio no podía tener (él), y la vida se les pasó muy rápido estando ocupados en sus actividades del mundo de la actuación. Pero Willy dijo convincente que no está arrepentido de nada. Su fortaleza y seguridad lo hacen seguir adelante para comunicarle a los demás el arte que lleva en su sangre. 
Una chica pasó con una riñonera y en sus manos una billetera repleta de billetes; era la “recaudadora” de la feria, que pasa todos los fines de semana, inclusive los días de lluvia porque de todas formas se arman los puestos el día anterior sólo que el puestero no va pero se tiene que pagar lo mismo. La luz que tienen en cada puesto también es particular, es a través de generadores que se compran con los fondos de la feria, así de esa forma pueden estar hasta tarde y más ahora que viene el verano. 

(A)-¿Las rejas hace cuánto fueron puestas y qué cambios hubo en la plaza?
(W)- Fueron puestas hace mas o menos cuatro años, y sí cambió para mejor porque antes se metían muchos vagabundos, muchos locos y nadie los podía sacar. Ahora quizás ves algún que otro loco pero no pasa nada grave. Acá es bastante segura la zona y nunca pasó algo dentro de la plaza. 
Fuera de las rejas, en el pasaje José María Sagasta Isla hay otra fila de puestos, sólo que estos figuran con el cartel de Buenos Aires Ciudad Verde “Ferias y Mercados”, que fueron instaladas hace unos años, es decir que son como un agregado a la feria de este lugar. 

La gente que circula por aquí es variada, no predomina el turista en gran cantidad, el que va a comprar es para llevarle de regalo a alguien fuera del país o quizás un turista de vez en cuando. Se sigue corroborando que aquí en la ciudad los mismos habitantes no admiran o aprecian la producción propia de la artesanía. 
Aquí como en otras ferias, vienen los artesanos invitados cada dos semanas aproximadamente y exponen esculturas, pinturas, todos en esos rubros. Quien lleva al invitado es el fiscal de la feria, y además se realizan reuniones cada tanto cuando surge algún problema. Willy dijo que antes había una mejor organización porque hoy día muchos puesteros no pagan en tiempo y forma. 

 Cuentos de Willy Manghi (Foto: Rube)
Sus 80 años son tan bien llevados que casi uno no se da cuenta de su edad, porque no le basta con pintar, dibujar, enseñar, a Willy no se le escapa nada: escribió un libro en el 2011 de recopilación de cuentos, que se titula “A cualquiera le puede pasar. Los cuentos de Willy Manghi” de la editorial Dunken. 

Con gran orgullo dijo: “Yo también escribo y fui a aprender narrativa para poder hacerlo ya que costó bastante”. Un ejemplo para aquellos que creen que todo tiene límites, que la edad no implica quedarse estancados, que siempre hay mucho para dar cuando realmente hay voluntad.
Y Willy es el reflejo del arte que no descansa nunca, siempre continúa. 

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